domingo, 12 de agosto de 2012

La pedaleta

Hace unos días fui a la playa con mi familia y decidimos alquilar una pedaleta.

Le preguntamos al operario de las pedaletas por el precio y nos dijo que eran 12 euros la media hora y 20 euros la hora. Después de decirle que nos parecía un poco caro, nos dice que, como no había mucha gente, podíamos alquilarla media hora y alargar un poco más el tiempo, así sería más barato. Así hicimos.

La alquilamos a las 15:42 y me dice el operario que cubra un papel con mis datos, la hora de comienzo y la de finalización del alquiler. Es un trámite de control que le exige su jefe. Me dice: pon las 15:50 en el comienzo y las 16:20 en la finalización, y la pedaleta me la puedes devolver a las 16:30. Es decir, media hora que se convierte en 48 minutos, ¡perfecto!.

Al finalizar el alquiler, dado que el operario se ha portado muy bien, me planteo darle 2 euros de propina y me surgen varias cuestiones. Desde el punto de vista de la economía, ¿qué sería lo correcto?

Si se los doy estaría desvirtuando el libre funcionamiento del mercado a través de una perturbación del mismo. Fomentaría la mala praxis del operario porque dada la recompensa que recibe, en otras negociaciones se vería condicionado a regalar tiempo por una propina. El precio es el precio y no hay porque entregar más de lo pactado inicialmente.

Si no se los doy no pasa nada, de hecho es en lo que hemos quedado.

Pero se ha portado bien conmigo y pensando en las horas que tiene que pasarse al sol, un trabajo probablemente mal remunerado, viviendo en otro país (probablemente fuera rumano o de una nacionalidad similar) y una ayudita no le vendría mal. Y además se lo merece, aun dándole los 2 euros me ha salido más barata que si no me hubiera hecho el favor.

Pero si se los doy realmente, ¿no estoy perturbando al trabajador además del mercado? ¿no le estoy induciendo a ganar dinero por unos cauces diferentes a lo que debería ser su verdadera productividad?

Todas estas cuestiones son difíciles de resolver, ¿qué harías en esta situación?

Pues lo más fácil es decir, ¡total no lo voy a volver a ver! Pero, ¿y si asisto regularmente a esta playa y me interesa dejar contento al hombre para el próximo alquiler? ¿qué haría?

El estudio de estas cuestiones tienen una mayor importancia en la economía ya que no es una ciencia exacta sino que varía en función de los comportamientos individuales que están sometidos a diferentes condicionamientos, prejuicios, miedos, expectativas, etc. Seguro que diferentes personas tomarían decisiones distintas en este mismo supuesto.

4 comentarios:

  1. Es una anécdota interesante, pero... Desde qué punto de vista queremos ver el asunto??? Desde el del empresario que deja a cargo de su negocio a un trabajador que ha aceptado una probablemente baja remuneración y que es traicionado... Aunque por otra parte consigue captar un cliente potencial que, sin la amabilidad del trabajador no habría conseguido tener?? Desde el punto de vista del trabajador que ha logrado alquilar la pedaleta, aunque por mas tiempo de lo estipulado, sin obtener nada a cambio?? Como cliente conforme con el servicio recibido?? Sin duda alguna, al menos para mi, la disyuntiva ha desaparecido, ya que si se trata de un comportamiento individual todos ganarían pero... Y si se expande del regateo y cambia el negocio a espaldas del principal beneficiario???

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    1. María, tu misma lo dices y te preguntas más o menos lo mismo que yo. Pero, ¿qué harías en esta situación? ¿Es comparable con las propinas a un camarero? ¿Con los contratos con la administración? ...

      Encantado de volver a estar en contacto contigo. Un saludo.

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  2. Es probable que como un acto reflejo pudiese llegar a dejar propina, pero... realmente no se si sería lo correcto, a fin de cuentas es obligación de todo trabajador desempeñar con éxito su trabajo... y es que comete dos errores importantes: discrimina a los clientes, sin potestad para hacerlo, e incumple las normas estipuladas por su jefe... Aunque suene controvertido no estoy de acuerdo con las propinas generalmente... básicamente porque casi siempre van a parar solo a una parte de la cadena. Por ejemplo, si voy a un restaurante y me sirven una jugosa ternera con una guarnición abundante, mientras disfruto de la puesta de sol en el mar... de quién es cosa? quién debería recibir la propina?? El camarero que me la sirve amablemente? El cocinero que ha conseguido dejarla en su punto? El dueño del local por haber elegido una buena materia prima y un lugar privilegiado? Quizá debiera ir a parar a todos... o a ninguno. Todos ponen su esfuerzo en realizar un buen trabajo para conseguir permanecer en su posición, y de no ser así el negocio se iría al traste... por lo que sin propina todos se están beneficiando también, y qué mejor recompensa que un cliente satisfecho?? Yo trasladaría esto a todos los ámbitos... porque por muy bien que te opere un médico cuando tu vida está pendiendo de un hilo, no le dejamos propina, no? Ni al barrendero que consigue que tu calle esté impoluta...

    Lo dejo ya, que me lio, me lio... Un saludo para tí también! Me paso habitualmente, pero no me decidía a dejar huella! jejeje

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    1. El caso de las propinas a camareros sería diferente al de la pedaleta ya que no está aumentando el producto/servicio (a espaldas del empleador) por el mismo precio, se le entrega solamente por el buen servicio en algunos casos, aunque hay quien se ve obligado a dejarla en todos los casos independientemente de la atención recibida.

      De hecho hay en países, como EEUU, donde es obligatorio en muchos casos entregar entre un 10 y un 20% del importe de la factura (hasta nos aparece el importe a entregar, "tip amount", en la misma), y es que en este caso es una parte fundamental del salario de los trabajadores de hostelería.

      Te animo a que sigas dejando huella. Buen verano.

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